Adoptar las políticas y procedimientos nacionales de bienestar, adherirnos a los códigos de conducta y responder a cualquier sospecha de infracción de acuerdo con la política nacional.
Garantizar que todo el personal y los voluntarios que trabajan en el entorno del club poseen las cualificaciones adecuadas y se han sometido a los controles pertinentes.
Mantener un contacto adecuado con los padres/personas con responsabilidad parental, funcionarios, entrenadores, científicos del deporte, órganos rectores nacionales y otras personas/organizaciones pertinentes para garantizar el mantenimiento de las buenas prácticas.
Garantizar que el club y todos los directivos, jefes de equipo, entrenadores y oficiales del club dispongan de información sobre los datos de contacto de los servicios sociales locales, la policía, etc.
Garantizar que los directivos y voluntarios del club actúen siempre de forma responsable y sirvan de ejemplo a los demás, incluidos los miembros más jóvenes.
Respetar los derechos, la dignidad y la valía de todos los miembros del club y de otras personas implicadas en el atletismo y tratar a todos por igual.
Promover sistemáticamente los aspectos positivos del deporte, como el juego limpio, y no condonar nunca las infracciones de las normas ni el uso de sustancias prohibidas o inadecuadas para la edad.
Cuestionar el comportamiento y el lenguaje inapropiados de los demás
anteponer el bienestar y la seguridad del deportista a otras consideraciones, incluido el desarrollo de su rendimiento
Informar de cualquier sospecha de mala conducta por parte de los oficiales del club, entrenadores, oficiales técnicos u otras personas involucradas en el atletismo a las organizaciones del club, regionales y nacionales.